viernes, 24 de julio de 2015
Día de tender una trampa
Algunos buscan princesas de esas que sufren el bulto de un garbanzo bajo siete colchones y siete almohadones. Otros buscan la inteligencia capaz de resolver este o aquel acertijo, so pena de perder la cabeza. Yo, a pesar del fasto que me rodea, soy un hombre de gustos sencillos. Por eso busco apenas una mujer que ignore el oro y las pedrerías, las esmeraldas y los diamantes; alguien que abra feliz la puerta de mi despensa y me acompañe en una cena frugal, con la cantidad justa de carne humana.
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