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Es una lástima, porque etimológicamente es una linda despedida: "saludos desde mi corazón". (El corazón metafórico, se entiende, si no serían "saludos cardíacos"). Estaría bueno reflotarla para el uso diario, pero no creo que sea posible.
Me despediré entonces, desde el centro alternativo de las emociones, según las Mil y una noches: mi hígado.
Saludos hepáticos,
Un servidor.
35 palabras de yapa
"¿Me hamaca, señor?", pregunta seria. La respuesta se te atraganta: no deberías hablar con extraños, nena.Mirás enfrente, a la casa de donde salió. Nadie vigila, nadie la cuida, no hay a quien pedirle aprobación.
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