Una cosa lleva a la otra, y cuando tenés todas las clavas girando en el aire armoniosamente, la tierra se abre, el cielo se cae sobre nuestras cabezas, te laman como testigo de un allanamiento o se te cierra la puerta y te quedás en el pasillo, sin llaves y en piyama.
Algo así, pero de alguna manera el día terminó.
DIJE QUE TERMINÓ QUE NO S...
Ahora vuelvo...
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