En el piso, cual gusano. Arrastrándose de un lugar a otro. Arrastrando el polvo y la pelusa al avanzar. Desde abajo ver crecer las horas, sin hacerse de un motivo. Sin tomarse la molestia de pedir una mano que nos libere el camino. El día se perdió y fué mejor que haberse preocupado. El día ya pasó y no hay que lamentar, nada se rompió.
Rodando sin parar, es difícil darse cuenta de que todo estuvo en su lugar
No hay comentarios:
Publicar un comentario