No hay forma de ganar sin arriesgarse, esto se nos repitió suficientes veces. Ahora que para estar mínimamente tranquilo haya que meterse en berenjenales y camisas de once varas es cosa que no tiene explicación lógica, y sin embargo ocurre.
Y qué postura tomar? Podemos confiar en las recomendaciones de quienes ya superaron la prueba una y otras vez? Saben los expertos que deben su éxito cotidiano más al azar que a su exeriencia?
Se cae en la ilusión de "safó muchas veces, debe tener un sistema" y no se ve que "siempre se metió en líos, nunca aprende".
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