Girlfriends por Julien Belli, en Flickr |
Lo que asombra es la inmensa falta de fe en las personas que requiere una postura como la del biólogo. Para llegar a pensar como lo hace, el tipo tuvo que tachar internamente de mentirosos/estúpidos a sus profesores, a los investigadores originales sobre el sarampión y su causa, a los que desarrollaron la vacuna, a los epidemiólogos que estudiaron sus efectos (y falsearon las estadísticas), a las personas que trabajan en hospitales que ocultaron los casos de sarampión en vacunados, a los que financiaron a toda esta gente, a los que auditaron a toda esta gente, a los padres que no denunciaron que sus hijos se enfermaban igual, a los psicólogos que se dieron cuenta de que podían curar el sarampión, y un etcétera para las personas que no se me hayan ocurrido. Todos engañadores o engañados frente al tipo que encontró la verdad.
Ahora espero que el biólogo publique un libro de autoayuda: me vendría bien aprender a tener una pizca de tanto ego.
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