lunes, 28 de enero de 2019

Jugar


¿Cuándo fue la última vez que jugaste?
Pero jugar en serio. No vale en Candy Crush ni cosas como esas. Juegos donde conectes con otros. Donde planees el mejor modo de ganar. No soy partidaria de FortNite, pero es un ejemplo. Minecraft, LOL, Forge of Empires, el Stardew Valley, Minecraft (si los jugás cooperativo). No hablo de juegos donde haya que tener un gremio o una asociación con otros, sino donde estés obligado a charlar con otros, a interactuar, a forjar alianzas, acuerdos, formas de jugar. Instalate Steam, algo...
O jugá a la canasta, al truco en parejas, al tute, a la mancha. Lo que sea. Andá a una noche de juegos de esas que organiza La Cantera. Conectate. Jugá.
Jugar te da la posibilidad de intercambiar con otros, de ser otro, de aprender, de experimentar sin que, en el proceso, se juegue nada importante IRL (en la vida real). Pero son skills, herramientas, importantes que usarás en esa vida real.
Si no experimentaste salir a la calle luego de una batalla épica donde quedaste en el HoF (Hall of Fame, los diez mejores) y sentirte seguro, confiado, alegre, completo, satisfecho… Te perdiste de algo. Es raro, lo sé. La gente te empuja y te trata como si fueras el mismo loser de siempre… Pero vos sabés que anoche (o hace un rato) rompiste un récord con tus compis, con tus amigos. Que la venís peleando hace un tiempo y estás ahí, en el HoF.
Que armaste una estrategia, que viste tus fortalezas y debilidades, que lo vieron tus amigos y, entre todos, construyeron una estrategia. Y ganaron.
Está bueno. Es gratificante. No siempre se puede extrapolar a la vida real, pero te enseña mucho. Quizás te enseña a organizar a las personas, a ver lo mejor de cada uno. O a obedecer al líder apropiado. O a sacrificar a la reina, porque es lo que vale.
Cada uno verá si se engancha en un juego donde destruir al otro es lo que vale. O hay que construir entre todos. O apoyarse. O lo que fuera. No es ético el modo en que uno tiene que jugar. Lo importante es la experiencia, la ética es posterior.
Pero jugar es la posta, mola, es lo que va. Es lo que nos enseña, de pibes, cómo comportarnos.

Muchos teóricos del juego. Muchos. Lo importante es jugar. Y ver cuál es nuestro mejor movimiento en el tablero, porque somos como somos y, cada uno, tiene un modo de jugar.

Y, si tenés hijos adolescentes, jugá con ellos. Es muy gratificante. Aunque se la pasen diciéndote que sos la abuelita fofa del juego. :P 

1 comentario: