lunes, 13 de enero de 2020

Quedar bien

Nada meritorio. Hacer de tripas corazón y decirle a la bruja de mesa de entradas qué lindo prendedor, elogiar la corbata del pelotudo supervisor.
Pero eso es horrible!
Chocolate por la noticia: el mundo es horrible. Es deshonesto, y un infierno. Pero qué lindo también cuando alguien te convida factura, no? Y acaso cuesta mucho?
No nos cuesta: si no lo hacemos es sólo porque nos dijeron que está mal.
O será sólo eso?
Nos sentimos humillados por complacer a otros?
En qué nos afecta?
A lo mejor el otro no nos devuelve el favor. Es eso? Parece un motivo bien miserable.
Aparte, nadie dice que haya que ser un chupamedias por un día: no hay nada que ganar, ningún premio más allá de irse desprendiendo de uno mismo.

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