viernes, 2 de enero de 2015

Día de sumar uno más uno

Foto: steve: they can't all be zingers!!! (primus) via photopin cc
Cuenta la leyenda que un sabio inventó el ajedrez para aliviar el aburrimiento de cierto sultán*. Tan agradecido como magnánimo, el sultán ofreció recompensar al sabio con cualquier cosa que le pidiera.
–Pido poco –respondió el sabio–, apenas unos granos de trigo por cada casilla del tablero. Un grano para la primera, dos para la segunda, cuatro para la tercera, y así sucesivamente, duplicando en cada casilla los granos de la anterior.
El sultán, poco versado en leyendas sobre el origen del ajedrez y en funciones exponenciales de la forma y=2^(x-1), accedió al pedido. No tardó en darse cuenta de que la casilla 64 requiere 9.223.372.036.854.775.808 granos, por lo que no le alcanzaría el planeta ni la vida para completar el pedido.
Cuenta entonces la leyenda que el sultán aprendió una lección de humildad. Acá entre nos, parece más probable que mandara decapitar al sabio por cancherear demasiado.

Somos particularmente malos para lo exponencial; nuestro cerebro no sabe qué hacer con esas cosas. Los hijos crecen antes de darnos cuenta, el aire se llena de libélulas, la casa se nos cubre de enredaderas y no vemos las potencias ocultas. Con suerte, aprendemos a identificar lo exponencial como para encender una lucecita de alarma; pero nos cuesta horrores imaginar los abismos detrás de los números.

Tampoco somos particularmente buenos para los procesos que se limitan a sumar. Las sumas acumuladas escapan rápidamente de nuestra vista, para alegría de los vendedores en cuotas y desesperación de los comunicadores del cambio climático. Somos, si no ciegos, bastante miopes frente a lo paulatino.

La propuesta, estimados e hipotéticos lectores, es aprovechar esta miopía.  Les propongo lo siguiente: escriban hoy una palabra por el día de ayer (la mía fue "Mayonesa.") y dos por el día de hoy. Mañana tocará escribir tres, y cada día una más que el día anterior. Si logramos mantener el ritmo, a fin de año habremos escrito 182·366 + 183 = 66.795 palabras. Una novela corta, vamos.

¿Será posible? ¿Se atreve alguien? Yo voy a hacer la prueba, que para eso son los inicios de año, para proponerse rarezas. Los que no se atrevan, siempre pueden jugar al Writer.

Basta de cháchara. Nos vemos en diciembre, novela en mano.

*los sultanes sufren de aburrimiento, no de disentería, fiebres o malnutrición, que eso es para el populacho.

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Dos palabras de yapa

Tres huevos.

5 comentarios:

  1. dia de amanecer con "tu amor" d Aznar ( de paso: desasnemos!) quise más, no habia fin!

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    1. ¡Que casualidad! "Tu amor" esta detrás de lo que estoy escribiendo. Ojala te guste.
      (Te debo los acentos para cuando tenga una compu como la gente).

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  2. Furor + sábanas blancas. Una de ayer y dos de hoy. El orden de los factores en el lenguaje sí altera el producto.

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