miércoles, 15 de julio de 2015

Día de pedir un deseo


No creo en las dríadas del bosque, ni en las ondinas del arroyo, ni en los kobold en las profundidades, ni en las ofrendas propiciatorias. Pero busco la moneda.
No creo en hadas ni en hados, pero aprieto el disco de metal dentro de la mano.
No creo en la infinita bondad del universo. No creo en escaleras, pulóveres al revés, ni gatos negros. No creo en encrucijadas ni en crucifijos. Pero pienso, busco internamente las palabras y arrojo la moneda a la boca del pozo.

Allá en el fondo, el agua hará ondas, y no creo que esas ondas se propaguen más allá de la piedra. Arrojo la moneda porque es parte del ritual. Los rituales son importantes. El ritual es pedir un deseo. Es importante recordar que deseamos, qué deseamos.

Por eso lo hago, aunque no crea. Si creyera, pediría siempre lo mismo, el anhelo infantil de que nada cambie.

  polea

1 comentario:

  1. 'el anhelo infantil de que nada cambie'... y la foto debajo del texto en lugar de encima. Muy bueno

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