miércoles, 20 de mayo de 2015

Día de hablar con los muertos

Fox Skull
Fox Skull by Giant Ginkgo, on Flickr
Soñé a mi abuela.
Estábamos en la terraza de la casa de mis padres. Primero yo solo, tratando de ordenar algunas cosas; después venía ella a ayudarme. "Estás muerta", le dije. "Sí, pero me dejaron venir", respondió. Charlamos.

Soñé a mi tío. Venía caminando, libre de su silla de ruedas, flaquito y ágil, feliz. Pocas veces desperté tan contento de un sueño.

Con mi papá no hubo palabras. Se abrió una puerta y apareció. Puso cara de "qué le vamos a hacer" y nos abrazamos. Lloramos.

A los que vienen a venderme el cielo, ese de hosannas eternas, les digo: no gracias. Tengo mi propio cielo. Es tan ilusorio como el otro, pero más real. No es eterno, pero es mío; y cuando me vaya no lo necesitaré más.

Ese cielo es mío sin pagar ese precio que me piden. Lo pago con ausencias, y eso basta.



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