martes, 3 de noviembre de 2020

Hacer Auditoría

El Auditor es el personaje más antipático del mundo de la salud, es el William Bu del sanitarismo. ¿Y por qué, si es el que en definitiva cuida que todos tengamos la mejor calidad de atención posible? No se puede creer que sea una atávica aversión a las figuras de autoridad, a los emisarios de la interdicción. Una taradez así ni se contesta. Los policías son héroes en el cine aunque se cansen de joder al prójimo.
¿Habrá que poner a un clon de Eric Estrada en el papel de auditor, en vez de ponerlo de cirujano?
Todos quieren al cirujano, 
porque te mete la mano.
Y como todos quieren mano, 
viene el perro del hortelano.
En la escuela deberían explicar que la salud no es directamente proporcional a la medicina:
Te duele la cabeza
Tomás una aspirina
Nada
Tomás dos
Mejor
Tomás tres
Te dejó de doler la cabeza
Tomás cuatro
Sigue sin dolerte la cabeza
Tomás cinco
Tenés úlcera.
Ahí se ve clarito.
Es cierto que las coberturas siempre retacean la atención, el hospital público ni hablemos: porque los recursos son limitados y las necesidades son interminables.
Uno quizás como paciente, espera todo de cada tratamiento, y la verdad es que no, muchas veces no.
Y el que gestiona tiene que elegir: para darle a uno le saca al otro
LE SACA AL OTRO
A quién le sacamos, entonces.
Un día en la vida hay que auditar y sacarle la papa al loro.

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