martes, 24 de noviembre de 2020

Traducir un chiste

Años atrás, en los inicios de la literatura, nadie se preocupaba por los derechos de autor, porque copiar una obra era casi tanto trabajo como escribirla, y también porque las primeras escritas también se habían copiado de cuentos y canciones populares. Y con los chistes es peor, porque al ser el formato más pequeño de la poesía, pasan de mano en mano sin control. Pero traducir un chiste es mucho más difícil que un relato, o hasta que un poema. Hay juego de palabras, puentes verbales que no existen en otro idioma.
Los que doblan las películas casi siempre optan por sustituir algunos gags por otros totalmente distintos pero que son efectivos en el idioma de destino.
Hay que hacerlo bien, porque si no, se siente como matar un bichito.

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