viernes, 27 de noviembre de 2020

Reconocer patrones

Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho, y ocho dieciséis.
Ahí se fué la serie a buscar la pelota al zanjón, porque la música es así.
Hay gente a la que le encanta encontrar las pautas en todo, y te dicen "la música es matemática, la música es relaciones". Que yo sepa, no ha nacido el matemático que sea como músico algo más que prolijo.
Porque reconocer un patrón no sirve para nada si no se usa para algo.
Por ejemplo, puede ser una forma cómoda de ordenar ideas, o una manera de diferenciar fondo y figura. Cómo porque el patrón se separa de lo que no es patrón, o de un patró diferente, y la figura no está precisamente en el patrón, sino en el borde, donde deja de ser patrón, y existe en primer lugar porque no se puede confundir con él.
Aunque sea un peligro la tentación de quedarse con eso, reconocer los patrones hace falta para salirse de ellos y hacer figuras.
Otro día.

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