domingo, 7 de junio de 2020

Esquivar recuerdos

Para qué acordarse hoy? Podría decir como el vago de "La Barra de la esquina": recordás, te cansás ¿qué ganas?. O podría hacer una revisión bibliográfica de la función del recuerdo en tanto rememoración. 
Simplemente quisiera despejar una especie de lugar común que la moda del psicoanálisis nos dejó abrochado en el sentido común.
Se volvió natural creer, afirmar y repetir que las cosas no hay que esquivarlas, en consonancia con el sempiterno imperativo de no ser cagón, no ser marica, a lo que se sumó esa noción de que "hacer consciente lo inconciente" es terapéutico per se. De ahí en adelante, pareciera que la cura para todo es hablar, enfrentar sus miedos, sacar esos recuerdos de abajo de la alfombra. ASUMIR.
Qué sadismo, señores. Los mecanismos de defensa existen por una razón: protegernos de las cosas que nos hacen daño.
Ahora bien, para que nos quedemos tranquilos: ningún recuerdo que nos moleste en sí es u n recuerdo reprimido, cuando un recuerdo se reprime, sólo nos enteramos de los síntomas, nunca del problema original. Igualmente, si hay algo propio de los recuerdos significativos es que a la larga se instalan solitos, sin que uno haga nada.
Así que tranquilos: nada se va a perder por esquivan un día la memoria, todo va a volver a su tiempo.

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