lunes, 15 de junio de 2020

Meterse

Hace muchos años estaba de moda criticar el "no te metás". Ahora que lo pienso, hasta había una bajada mediática sobre el tema, que se traducía en lugares comunes y frases de sobrecito de azúcar.
Con el tiempo el tema quedó atrás, y cada tanto reflota de la mano de aquella frase que dice "si en una situacío de inequidad te mantienes neutral, has elegido el lado del opresor", que nunca me queda claro si es de Luther King, de Bertold Brecht o de Marco Aurelio.
La cosa es que el llamado actual a meterse a favor de los oprimidos parece más convocatoria proselitista, es un "unite a nosotros, que peleamos por ellos". Para mí que el público en general lee bien el mensaje y por eso sigue de largo. Son esos discursos que "no son para mí", que no interpelan.
Por otro lado, sigue vigente el antiyutismo que prohibe buchonear o hasta sermonear cuando alguien se manda un moco. No importa si es un conocido, un extraño, o un famoso: la consigna es "dejá vivir".
Nos falta un argumento, una figura romántica que haga de ejemplo, una leyenda que no esté gastada.
El último héroe que se metía donde nadie lo llamaba fué Don Quijote, y con eso ya es mucho decir.
Hasta al Chapulín Conolrado había que llamarlo, ya ven.
Hay que predicar con el ejemplo, pero hacerlo por escrito, porque lo malo de predicar en el desierto no es que nadi te oiga: es que la arena te tapa las huellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario