jueves, 16 de abril de 2020

Sacar cuentas

Las cuentas son tan simples como tediosas. Dejando aparte a una minoría de personas que realmente disfrutan de la aritmética, ordenar cantidades una tras otra comporta un fastidio acumulativo.
Se piensa que es un problema con la didáctica escolar, que por rudimentaria nos predispone desde un principio contra las columnas de cifras.
La que sí es cierto es que, en general, la enseñanza de las matemáticas, y de casi todas las disciplinas, se ha encomendado a quienes mejor las practican. Es decir a los amantes de las matemáticas, esos monstruos, se les pide que imaginen formas de interesar a las mentes normalese n eso que para ellos es un objeto de interés per se.
Pero desde que lo mismo pasa con todas las disciplinas, no sirve para explicar la aversión casi universal por el álgebra.
La verdadera clave está en la historia de Galileo: Galileo fué el que dijo "la naturaleza está escrita en caracteres matemáticos". Hoy es un lugar común, al punto de que no nos horroriza semejante paradoja. Lo real articulado esencialmente en base a unos simbolitos que no significan nada.
Ocuparse de esas marcas que son como el tejido de lo real es, para nuestra mente, lo que para nuestras manos recoger los restos de comida remojada de la pileta de lavar los platos.
No me extraña que quisieran quemar al atrónomo.

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