domingo, 12 de abril de 2020

Sacar una foto

Hace rato que sacar fotos se volvió para muchos parte del lenguaje gestual. Las fotos circulan multiplicadas a la enésima potencia. Para muchos, que no para todos, son el comentario cotidiano y el intercambio fundamental con el mundo.
Al mismo tiempo, vengo notando que puestos ante el dilema de hacer algo con su tiempo libre, la respuesta más frecuente es "un curso de fotografía".
Al margen del señalamiento posible, y válido, de que el planteo de hacer algo con el tiempo libre -como si fuera un objeto mueble, o un chirimbolo que se guarda en un cajón- ya es un punto de partida destinado a irse a los caños, la respuesta es ubicua.
De repente todo el mundo quiere ser Clint Eastwood en Los Puentes de Madison? Debemos culpar al Arte, más que a las TICs?
Admitámoslo: el sueño del pequeño burgués (que no es la misma persona que el pequeñoburgués) es vivir la vida del artista, o más bien, vivir una vida que sea una fiesta de artistas.
Günter Grass definió las fiestas de artistas como un lugar "donde los burgueses juegan por un rato a ser artistas"
Desde la posguerra en Düsseldorf al click de una cámara reflex, la fiesta sigue siendo la misma.

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