domingo, 26 de abril de 2020

Usar la ropa al revés

Mi vieja -todas las viejas- decía que si te ponés la ropa al revés es porque vas a recibir un regal. Por supuesto que no funciona si uno lo hace a propósito: ya probé. También parece que era indiferente que quede lo adelante para atrás, o lo de adentro para afuera.
Ahora, el verdadero regalo es la sensación de transgresión pavota que produce andar con la ropa al revés. En esto sí que se sienten diferencias.
Con la ropa puesta de atrás para adelante, además de incomodidad, hay un sentimiento de broma escolar, una payasada de entrecasa. O también, después de un rato, se siente uno como un cómico en el entreacto, consciente y a la vez desentendido de su caracterización.
La cosa cambia radicalmente cuando se tiene la superficie exterior de la tela en contacto con la piel, esa que normalmente está expuesta a la intemperie, y vice versa. es prácticamente lo mismo que andar desnudo por la vida, y ahí está lo más excitante.
¿O será el simple hecho de hacer las cosas al revés?¿Será como ponerse ropa interior del sexo opuesto? Algo parecido, pero es una inversión autosuficiente, autoerótica. Como si el sexo de uno mismo tuviera su propio lado opuesto. Bueno, tiene el otro lado puesto.

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