miércoles, 21 de octubre de 2020

Tirar balines

¿Se acuerdan de la vez que el Diego atacó a los paparazzi a balinazos?
Por supuesto, el espíritu de cuerpo del periodismo recalcó hasta el hartazgo el carácter salvaje del suceso. Para el pueblo, en cambio, tuvo el valor de un acto de protesta contra el acoso impune de los medios.
Dato marginal: en cierta medida este hecho parece convivir en la memoria colectiva lado a lado con la zambullida de nueve pisos de Charly, como ejemplos de arrojo (sic) y capacidad para llegar al extremo.
Yo no sé qué estaba pensando Maradona, no es probable que se haya tomado muy a pecho las advertencias respecto del daño que puede llegar a causar un arma de aire comprimido, creo que como la mayoría se ríen del cartelito que afirma "Esto es un arma, no un juguete". Aunque también es posible que se sintiera plenamente justificado para responder con agresión a quienes no respetaban límites bastante obvios.
Y desde ese punto de vista, podría haber planeado hacer un uso de la fuerza que minimice los daños. No salió a pelearse, no salió a atropellar con el auto, no los bajó a tiros, como acaso creía que estaba en su derecho, él y muchos más, entre ellos, al menos la mitad de los paparazzi congregados frente a la quinta, que seguro había muchos de los que afirman que al chorro hay que matarlo.
Tal vez si nosotros, que no somos Maradona, queremos hacer lo mismo nos sale mal. Pero todos sufrimos atropellos de gente que por "hacer su trabajo" se pasó nuestros derechos por el culo, y sabemos qué bien les hubieran venido unos balines.

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