jueves, 15 de octubre de 2020

Tirar piedras

Allá por los '90 se dió que en varios pueblos del interior llovían piedras. Bochas bastante grandes, capaces de hundir un techo en un descuido. Caían de noche en los patios de las casas.
Los noticieros mandaron equipos a inspeccionar y entrevistar a los lugareños. Los porteños nos decíamos que eran bolazos de la gente del campo.
Pero yo me enteré la verdad, es una de esas cosas que te hacen valorar el hecho de tener muchos amigos, o en mi caso, lamentar ser poco sociable. El hecho es que mi viejo tenía amigos por todos lados, uno de ellos vivía en el pueblo vecino a donde se dieron los piedrazos, y muerto de risa nos contó que todo se debió al desempleo. En sus palabras "los vagos estás sin trabajo, y como andaban aburridos y con mucho tiempo al pedo, se hicieron una catapulta con un elástico de camión".
Ya ven lo importante de combatir el desempleo.

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