jueves, 28 de mayo de 2020

Ser uno con el eterno retorno

Esto es lo que pasa cuando se deja de ofrecer resistencia a las oleadas de sinsentido cotidianas. Porqué oponemos resistencia? Por el deseo, el deseo de orden y, sobre todo, el deseo de sentido.
Sentido es que las cosas vayan hacia algún lado, que el tiempo avance, que la vida se desarrolle.
Lo cierto es que el tiempo sí avanza, las cosas se van para no volver, y la vida prolifera localmente. 
Por qué no lo vemos? Porque estamos siempre en oposición. Somos nosotros los que giramos y volvemos a pasar por los mismos lugares. Damos vueltas tratando de atajar eso que se va, y así olvidamos el sentido.
El sentido en sí no desaparece, pero nosotros lo olvidamos.
Y cuando olvidamos, nos convertimos en presa del deseo. Entonces pedimos, y pedimos siempre lo mismo: que nada cambie, que todo vuelva.
La única forma de no ser una máquina de pedir, es atender pedidos.

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