sábado, 26 de diciembre de 2020

Considerar escenarios apocalípticos

Hay algún otro escenario que permita fantasear con la vuelta al salvajismo, a la manifestación irrestricta de los instintos? El formato "a cojer que se acaba el mundo" es tan remanido como limitante. 
En la antigüedad esta función la cumplía el carnaval, luego las tierras lejanas, de oriente o las indias. 
Mientras que el apocalipsis es algo final porque su forma es el caos, el carnaval es un espejo invertido perfectamente organizado, en tanto que el país de jauja, hace innecesario el orden por su abundancia paradisíaca. Las fantasías de la ciencia son parecidas: se trata de que la tecnología nos provea lo que dios no puede por falta de existencia.
Una variante son las situaciones de encierro, o de aislamiento: el modelo Robinson Crusoe, Náufrago, la Laguna Azul... Viven...
Un caso curioso son las historias de superhéroes: tipos y tipas que adquieren superpoderes, y que a diferencia de los dioses y semidioses griegos no los usan para encamarse con gente, sino para ayudar a la policía. Valientes superpoderes!
El apocalipsis es un invento de los obsesivos, porque ellos viven postergando, eludiendo, neutralizando sus impulsos, hasta que llegan al límite del tiempo disponible. Entonces se apuran a hacer todo, y lo hacen a medias, pero siempre se quedan con la ilusión de que funcionan mejor bajo presión.
Funcionan como todo el mundo bajo presión, pero antes de eso no funcionan en ningún sentido.
Y falta mucho para el próximo milenio.

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