miércoles, 2 de diciembre de 2020

Pasar factura

Siempre digo que si hablamos de pedir, se puede pedir la luna. Porque si te piden la luna podes decir que sí, decir que no, decir dentro de un rato, o te juro que mañana, podés pedir algo a cambio, podés ofrecer algo a cambio, podés poner excusas y hasta ofenderte.
Es muy distinto cuando alguien en lugar de pedir, reprocha. Porque por más que digan, no: no tiene que salir de uno. Hay gente con iniciativa, y hay gente que responde a la demanda. También hay perezosos que se hacen los dormidos, y por cada uno de ellos hay un psicópata que la va de espontáneo para sabotearte la vida. Para algo inventamos el lenguaje, justamente el modo más primitivo es el imperativo. "Andá, vení, comé" son todas expresiones útiles, mientras que "hubieras, tendrías que haber" no llevan a ningún lado. Y no hablemos de "Ah, pero vos, no me hagás acordar, mira que yo también tengo cosas para decir" y otras joyitas de la catástrofe comunicacional.
Pensándolo bien, mejor pedir la luna. O el culo, que queda más cerca.

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