lunes, 14 de diciembre de 2020

Justificarse

Winston Churchill decía que no había que quejarse ni justificarse. Y, sí, cuando ganás en todo y le bancás la parada a la Luftwaffe te podés dar esos lujos. Después los psicoanalistas agarran esas frases y te sorprenden con un imperativo que reíte del "serás lo que debas ser, y si no, no serás nada". Todo con el cuentito de que las excusas y las quejas van al gran Otro, del que deberíamos ¿liberarnos?.
Por si no quedara claro lo que es un discurso psicopático: siempre es aquel que te impone padecimientos bajo la capa de resolverte problemas que no sabías que tenías. Eso se llama "renegación" y es la maniobra mental propia de la perversión.
Así que si viene alguien con humos existencialistas a decirles que no es sano justificarse, mandarlo a cagar. Ahí van a ver cómo de repente sí exigen justificaciones.

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