viernes, 13 de marzo de 2015

Día de comprar dos libros

Maastricht
Maastricht via photopin (license)
Cada cual tiene lugares de perdición. Los míos, las fiambrerías y las librerías. No puedo entrar a esos locales y llevarme una sola cosa. Cómo, pero cómo no voy a llevar un poco de lomo para acompañar el fontina. Y ya que entré para comprar el regalo de mi sobrino, ¿qué tal si me llevo este? Mirá, es el único que queda, si no es ahora cuándo.
La diferencia: es raro ensartarse con un poco de fiambre extra.

66 palabras de yapa

—Pero cómo no. ¿Querés algo de tomar? Con la noticia, no te ofrecí nada. ¿Cerveza?
—Dale.
—Voy a ver el arroz, ya vengo.
—Entonces, no tenés idea de qué pasó.
—No me importa, Juan. No volvamos al tema.
—Es que me encanta descifrar enigmas.
—No es un enigma que descifrar, es mi vida.
—¿No es la vida toda un enigma?
—Andá a freir churros, Deepak Chopra.

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