domingo, 27 de septiembre de 2020

Pedir perdón

Los judíos tienen la tradición de pedir perdón una vez al año. Lo que piden en realidad es que el dios los anote para un año más en el libro de la vida. Fuera de esto, pedir perdón ya es un acto tan desdibujado que se volvió un equivalente de ofrecer disculpas, una confusión facilitada porque las mismas disculpas tanto da pedirlas que ofrecerlas. Parece un caso que confirmaría la teoŕia de que las palabras tenían originalmente un sentido reversible, denotando al mismo tiempo un sentido positivo y negativo, activo y pasivo.
Como "huésped", que señala a veces al sujeto y a veces al objeto de la hospitalidad.
Y perdonar es un poco ser hospitalario, alojar bajo el techo del lazo social.
Pero más bien creo que la culpa de que el perdón se haya degradado es de la educación. A los chicos se les PIDE que PIDAN perdón, se les exige que cumplan con un ritual que al final se reduce a pronunciar una sola palabra.
Con eso, se termina en que en lugar de pedir a los demás que nos comprendan, lo que hacemos es mostrarles sometimiento "mirá, hago lo que me pedís, pido, me humillo".
Si los ritos iniciáticos tienen como base el estado de humillación del novato, los rituales de redención los replican.
Nada que ver con el sentido verdadero del perdón, que debería ser un regalo nacido de la generosidad del alma.
Cierto que si es por la generosidad de nuestros semejantes, estamos fritos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario