miércoles, 2 de septiembre de 2020

Tirar un pase

No hace falta que sea un pase de gol. Casi nadie necesita ser Palermo, pero todo el mundo necesita tocarla de vez en cuando para seguir corriendo. Es muy feo que nunca te pasen la pelota: lo más feo es que te vas dando cuenta de que las posibilidades disminuyen a medida que nadie te ve jugar, te vas limitando a agarrar algún rebote desde afuera, de esos que con suerte podés tirarlos más o menos bien para que otro la juegue. De a poco te das cuenta que si todos asumen que estás de relleno, estás de relleno.
La mecánica misma del olvido: otros están siempre delante, porque estar delante una sola vez ya inclina la balanza, cada pensamiento se refuerza con la rememoración, como un músculo que se hace más fuerte con el uso.
En un solo día, en una sola hora, se puede hacer tanto nada más mencionando a este o aquel, escribiendo a una u otra para pasar un dato.
La tecnología nos da más poder, pero el poder no es nada si no se usa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario