martes, 4 de agosto de 2020

Educar al soberano

El soberano idiota. El reverendo pelotudo. El tipo más peligroso de imbécil, el que tiene poder de decisión sobre las cosas por el motivo más espúreo: la propiedad.
Ver cómo las cosas se van a los caños, a veces pedazos enteros de la historia porque se les dió autoridad sobre sus propios bienes a quienes sólo debían gozarlos, pone en perspectiva algunos de los grandes logros que se deben a la iniciativa privada, cosas como el Palacio del Louvre, el Boeing 747 o la salsa golf.
Por cada uno de esos iluminados legiones de pretenciosos que no deberían tener permiso ni de conduncir.
Tratar de enseñar, instruir, explicar a esta gente no tiene sentido, es un gasto de energía inútil y enojoso.
La estrategia ganadora es la resistencia pasiva de Ghandi: simplemente no participar en sus pelotudeces, no hacer acuse de recibo. 
Este tipo de idiota funcional siempre viene a escorchar conque necesita algo.
Los que tienen de más siempre necesitan cosas ¿Cómo se creen que las consiguieron?¡Haciendo trabajar al resto!
El que quiere algo de uno, va a encontrar la manera de conseguirlo, y todo está en que no se la hagamos fácil. 
Atenti: acá es donde sacan su carta ganadora, su movida infalible "ok, no te necesito, busco en otro lado".
Pero por supuesto! Hasta nunca, infeliz!
No sólo nos libramos de una peste, si acaso cada uno se fuera dando cuenta de esto, pronto se extinguiría esa raza nefasta.
Paz y amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario