lunes, 10 de agosto de 2020

Transar

En una esquina sin ochavas donde nadie para. En una cuadra sin árboles que nadie barre. En un portón sin candado que nadie empuja. En cualquier rincón se transa.
A propósito no quiero hablar de las transas que se hacen bajo techo, en el abrigo del hogar, en un bar.
Eso se da por sentado. Hay transa donde hay comodidad, donde hay seguridad, intimidad.
Por algún motivo se ensució el transar. Se volvió un resbalar. Se volvió una cosa que no hay que mostrar, que no se debe notar.
Si transar se volviera una virtud, perder las formas podría enamorar. Pero estamos empeñados en durar, estamos empecinados en brillar. En ganar y ganar.
Un día sin transa es la ruina de una nación.
Una semana sin transa es la vergüenza de un pueblo.
Un pueblo sin transa es olvidado tarde o temprano.
Para hundir el arte de transar, le dicen transa al egoísmo.
El egoísmo es nunca haber transado la ambición.
Con razón.

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